Nick Drake es un cantautor folk conocido por sus melodías preciosas y sus tristes letras. Mientras vivió sus discos no tuvieron apenas repercusión, quizás lastrados por su reticencia a tocar en directo, pero tras su muerte y con el paso de los años artistas de la talla de Paul Weller, Robert Smith o Badly Drawn Boy lo han citado entre sus mayores influencias, lo que ha hecho que su música sea mucho más conocida.
Nick Drake nació en Birmania en 1948. Creció en la pequeña ciudad inglesa de Tanworth-in-Arden, donde vivió con sus padres. Sólo publicó 3 álbumes en su corta carrera, y en una gris mañana de 1974 fue encontrado muerto en su habitación a la edad de 26 años con una sobredosis de antidepresivos, que tomaba para dormir. No se sabe si fue suicidio o muerte accidental, como en la mayoría de estos casos.
Como he comentado anteriormente sólo llego a publicar 3 álbumes de estudio, “Five Leaves Left”, “Bryter Later” y “Pink Moon”. El primer disco, “Five Leaves Left”, fue publicado en 1968. Es el disco más exuberante en términos de arreglos, a la voz y la guitarra (que, por cierto, toca de una manera bastante original, y que nadie después ha imitado) de Nick se le unen instrumentos de cuerda para dotarlas de más fuerza. En esta grabación Nick tuvo problemas con el productor, Joe Boyd, y recurrió a un viejo amigo suyo, Robert Kirby, que comprendió mucho mejor el sonido que Nick quería. El disco comienza con Time has told me, y la voz de Nick se va metiendo poco a poco en nuestras cabezas. River man, Cello song o Fruit tree son algunas de las otras joyas que aparecen. En Fruit Tree, canta Nick: “Fame is but a fruit tree. So very unsound. It can never flourish Till its stock is in the ground”, es decir, que la fama es tan poco sólida como un árbol frutal, nunca florece hasta que su tronco yace en el suelo. Qué proféticas esas palabras en relación a la vida de Drake.
El segundo álbum, “Bryter Later”, es el más “alegre” en su carrera. Las melodías en esta ocasión comparten escenario con saxos, flautas y ritmo de piano. En este disco aparecen las dos Hazey Jane, la tristuna Fly (revisada recientemente por The Soundtrack of our Lives) o la majestuosa Northern Sky, que Los Planetas osaron versionar. La grabación del disco fue muy larga porque Nick buscaba la perfección en él, y quedó muy orgulloso del resultado. La decepción con las pocas ventas del disco fue mayúscula para Nick, aunque la compañía, Island Records, quedó satisfecha.
Y llegamos al último disco de su carrera, mi favorito, “Pink Moon”. Drake estaba sumido en una grave depresión, y el disco fue grabado en dos noches, sin otro acompañamiento que su guitarra y un piano. El ingeniero de sonido pensó que eran grabaciones preliminares, y le preguntó a Nick sobre los arreglos que quería, y éste le respondió con un escueto “No frills”, es decir, nada de florituras. Sin dar explicaciones, Nick dejó la cinta en Island y se marchó a su casa. El disco tuvo incluso menos aceptación que los anteriores. Son 28 minutos de melancolía, crudeza, desesperación. Comienza con Pink Moon, “I saw it written and I saw it say…”, y nos adentramos en su mundo. Which will, Road, Harvest Breed, son algunas de las mejores canciones. El disco se cierra con From the morning, las últimas palabras que escuchamos son “So look see the sights. The endless summer nights. And go play the game that you learnt. From the morning.”
Para conocer la obra de Nick, recomiendo el recopilatorio “Fruit tree”, que trae los tres discos (o vinilos) más el documental “A Skin Too Few”, más que interesante para conocer más detalles de la vida de Nick en boca de sus productores o su hermana. También hay un libro muy recomendable, de la editorial Metropolitan, dependiente de Mushroom Pillow, “En busca de Nick Drake. Más oscuro que el más profundo mar”, escrito por el crítico Trevor Dann. Además de los tres discos, también existen muchos recopilatorios, como Time of no reply o Family tree.
Para terminar, voy a contar algo no muy conocido. El actor Heath Ledger, el último Joker, estaba obsesionado con la música de Nick Drake. Hablaba mucho de escribir un guión sobre la vida de Drake, y como el proyecto se iba retrasando, él mismo grabó su propio video musical de la canción de Drake "Black eyed dog", en el que terminaba ahogándose en su bañera. El destino quiso que Heath tuviera una muerte parecida a la de Nick, con una sobredosis de pastillas, y a una edad similar, 27 años.
Pablo
sábado, 20 de diciembre de 2008
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1 comentario:
Nos ha encantado tu revisión sobre este tremendo cantautor. Además, desconocía la última anécdota que incluyes, es interesante. Un saludo y esperamos más intervenciones tuyas desde USA (bueno, o desde donde quieras).
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