lunes, 16 de mayo de 2011
A falta de pulir el diamante
Josele Santiago, Sala Matisse, Valencia. Jueves, 12 de mayo de 2011
"Josele Santiago brilló sin llegar a deslumbrar"
El pasado jueves Josele volvía a Valencia con la excusa de presentarnos a su nueva criatura, venida al mundo escasos días atrás tras un largo periodo de gestación: "Lecciones de Vértigo", (El Volcán-2011). Un trabajo que sigue la estela de su antecesor ("Loco Encontrao", El Volcán 2008) con la particularidad de no haber sido grabado rigurosamente en directo (sólo la parte rítmica) y con una sorprendente vuelta al protagonismo de las guitarras eléctricas. Ya se sabe que aunque la mona se vista de seda… la cabra tira al monte.
A eso de las 23:15 subía al escenario de la sala Matisse Josele Santiago respaldado por un séquito de lujo, músicos curtidos en mil y una batallas de diversa índole musical: David Krahe (guitarra), Luca Frasca (teclados), Héctor Rojo (bajo) y Jorge Santos (batería). Todo hacía presagiar que los allí presentes íbamos a disfrutar de una actuación de gran calibre, y no escatimamos en deseos para que así sucediese. Y así hubiera sido si las condiciones técnicas y la falta de rodaje de las nuevas canciones no hubieran empañado la interpretación de las mismas. La inconfundible voz cavernosa de Josele, encargada de imprimir personalidad a los temas, se vio mermada por una calidad de sonido más propia de una tómbola o de una fiesta de final de curso en el patio del colegio.
Con todo y con eso, el que otrora fuera líder de los extintos (y añorados) Enemigos y su banda supieron sobreponerse a las desavenencias, consiguiendo que el show fuera ganando enteros a medida que iba avanzando el repertorio y terminar así salvando los muebles con dignidad.
Y es que piezas como “Ole papa” o “Mi prima y sus pinceles” viven en el olimpo de las canciones, por encima de lo humano y lo divino, lo que les otorga potestad para equilibrar la balanza desde el primer momento que asoman sus primeros acordes. Si a esto le sumamos el placer de ver a Josele rockeando de la mano de su Fender Telecaster (algo insólito desde que se acabaran los Enemigos) y el hecho que “Desde el jergón” y “Complejo” hicieran rejuvenecer los recuerdos de más de uno, el buen sabor de boca acaba por generalizarse.
Con ello no hay que desmerecer los cortes del nuevo retoño de Josele (véase la grandeza de “El estibador”, “Fractales”, “PAE” o “Sol de invierno” por ejemplo), pero sí que es verdad que este nuevo compendio de coplillas debe de madurar en el tiempo y en los escenarios. No me cabe la menor duda, que a este Randy Newman castizo y a los suyos les queda mucho que ofrecer en esta nueva gira que acaba de empezar. Por ello no me preocupo, sabiendo que “en un ratico volverán”.
Foto: Alberto Ferrer / Natalia Martín.
Juantxo
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