domingo, 3 de enero de 2010

Iván Zulueta


Iván Zulueta fue grande, pero Iván Zulueta pudo haber sido el más grande cineasta europeo en caso de haberse prodigado algo más. Su obra cinematográfica se limita a dos largos, eso si increibles ambos ("Un, dos tres al escondite inglés" y "Arrebato"), y un puñado de cortos (entre otros los más conocidos "Leo es pardo" o "King Kong", o el último de ellos "Ristesti" de 1992).

Zulueta era un artista integral. Diseñador, cartelista, decorador y productor televisivo (él fue el responsable máximo del transgresor y legendario programa "Último Grito"). Siempre estuvo a la vanguardia y muy consciente de los movimientos culturales de cada época pese al marcado aislacionismo ibérico que le tocó vivir en su juventud.

Su adicción a la heroina y su intento de rehabilitación en su retiro en el cual se sometió a un estricto tratamiento de metadona sumieron al donostiarra en un preocupante bloqueo creativo. Pese a todo, la posibilidad de volver a ver a Zulueta tras las cámaras estuvo siempre presente.

Iván Zulueta siempre supo rodearse de grandes creadores. Él fue quien diseñaba las portadas de los discos de Vainica Doble o de los primeros trabajos de Almodóvar. Además aprovechó la cercanía de su profesor de guión, José Luis Borau, que acabaría produciendo su debut "Un, dos, tres, al escondite inglés". También se supo acercar a personajes destacados de cada época, como el sin par presentador José María Íñigo o Jaime Chávarri. Eso si, siempre mantuvo viva su independencia y un gran gusto estético con constantes coqueteos con el pop art y la psicodelia.

Pese a todo, Zulueta pasará a la historia por ser el autor de la que muchos expertos coinciden en considerar la mejor película de nuestra historia, "Arrebato". Una producción de escaso presupuesto, pero de gran calado emocional. Una obra inclasificable, de atmósfera asfixiante y de una personalidad desbordante. Una película de culto que fue recibida con bastante indiferencia por el gran público, pero que parte de la crítica, el tiempo y la perspectiva han puesto en su merecido puesto de honor.

Ahora, Zulueta nos ha dejado a los 66 años de edad a causa de una insuficiencia respiratoria, con lo que se pierde definitivamente la posibilidad de un hipotético regreso de Iván a una disciplina artística que, seguramente, no habría sido la misma sin él. Otro grande al que deseamos que descanse en paz. Y ya van siendo demasiados...

Yo ya te lo dije

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