miércoles, 27 de mayo de 2009

Julio Cortázar


El momento de encontrar un pequeño tesoro que guardabas, sin recordarlo y sin mapa preciso para su localización posterior, en el fondo de un cajón es una senscaión indescriptible. Una carta, la entrada de un viejo recital, la llave de un secreto sin desvelar, una parte de tí, un bocado de tu historia.

La sensación debe ser superior si se trata de un cajón que alberga una colección de inéditos de un escritor sin igual. Eso es lo que le sucedió a la primera esposa y albacea de Julio Cortazar al escarbar en una vieja cómoda de la casa del escritor en los días previos a la navidad de 2006. Más de quinientos folios esperaban a ser descubiertos, en lo que parecía otra de las irónicas estratagemas de Julio. Páginas éstas que componen el libro inédito que se publica ahora en España, "Papeles inesperados", una colección póstuma que recopila once relatos, un capítulo del "Libro de Manuel", once nuevos episodios del personaje que protagonizó "Un tal Lucas", cuatro autoentrevistas y trece poemas todavía vírgenes para el gran público. Lo dicho, un suculento menú el que piblica Alfaguara.

Para ir abriendo boca os dejamos con uno de las historias de cronopios y famas que no conocíamos:


Almuerzos

En el restaurante de los cronopios pasan estas cosas, a saber que un fama pide con gran concentración un bifé con papas fritas, y se queda de una pieza cuando el cronopio camarero le pregunta cuántas papas fritas quiere.

-¿Cómo cuántas? -vocifera el fama-. ¡Usted me trae papas fritas y se acabó, qué joder!

-Es que aquí las servimos de a siete, treinta y dos, o noventa y ocho -explica el cronopio.

El fama medita un momento, y el resultado de su meditación consiste en decirle al cronopio:

-Vea, mi amigo, váyase al carajo.

Para inmensa sorpresa del fama, el cronopio obedece instantáneamente, es decir que desaparece como si se lo hubiera bebido el viento. Por supuesto el fama no llegará a saber jamás dónde queda el tal carajo, y el cronopio probablemente tampoco, pero en todo caso el almuerzo dista de ser un éxito.


Antonio

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