La dicográfica Houston Party continúa con su interesante iniciativa We used to Party. El experimento consiste en que un grupo afín al sello escoja un Lp que haya marcado de una manera u otra su carrera y lo lleve al directo. En anteriores ocasiones vimos como Giant Sand hacían suyo el "Live at San Quentin" de Johnny Cash o The Posies se atrevían con "A Catholic Education" de Teenage Fanclub.
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Esta vez el disco elegido ha sido el "London Calling" de The Clash y el artista que ha osado ha meter mano a semejante obra ha sido Chuck Prophet, que liderase en los ochenta a Green on Red, quien ha reclutado para la ocasión a Chris Von Sneidern, otra leyenda del indie norteamericano de la costa oeste.
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Para completar el cartel, Johnny Green, el que fuera tour manager de la banda homenajeada entre 1977 y 1980 ejerció de magistral maestro de ceremonias y nos anunció lo que nos iba a deparar la noche. Según palabras del propio Green, lo que íbamos a presenciar era una especie de London Calling California y California Calling London. Con lo que venía a decir que el grupo protagonista de la velada no pretendía fusilar el álbum de cabo a rabo sin más, si no que tratarían de llevarlo a su terreno, a un terreno en el que destaca el power pop californiano de vieja escuela.
Además de esto, Johnny Green nos contó diversas e interesantísimas anécdotas de su periplo junto a los Clash, muchas de ellas extraídas del libro "A riot of our own: Night and day with The Clash", que él mismo publicara en 1999.
Indicar que antes de que Johnny Green subiera al escenario, Chris Von Sneidern nos obsequió con un repertorio acústico que hubiera podido firmar el mismísimo Nick Lowe.
Posteriormente, cuando sonaron los primero guitarrazos de "London Calling" a casi todo el respetable se nos erizó el vello y soñamos con que estábamos en ese Londres en llamas y en ebullición. Pero no era así. Estábamos en Elche y el viaje a Londres, como bien predijo Mr. Green, tenía escala en la Costa Oeste.
La banda, con un sonido potente, aunque tal vez algo pulido, se merendó los diecinueve temas del álbum con gran desenvoltura y, salvo en algunos temas donde se aproximaron más al clash sound, envolvieron las piezas con esa pátina de brillo power pop que ellos destilan sobre las tablas de un modo natural.
Es obvio que "London Calling" es un disco repleto de canciones cojonudas para hacer al respetable darlo todo. Sin embargo, el público no llegó a conectar del todo con la banda y presenció todo el espectáculo con la cara plácida al escuchar esas canciones que forman parte de su vida, pero con los pies pegados al suelo. Salvo excepciones, claro.
Destacar la interpretación de "London Calling", "Hateful", "Spanish Bombs", "The Guns of Brixton", "Death or Glory", "Revolutionary Rock" o "Wrong 'Em Boyo", con su escenificación y súplica a Stagger Lee incluidas.
Cuando se merendaron las 19 canciones todavía tenían ganas de más y el grupo regresó con una versión pasada de revoluciones de "Bankrobber", más parecida que nunca a "I fought the law", excepcional.
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Yo ya te lo dije
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